El precio del vestuario de "Marie Antoinette"
Milena Canonero, la directora de vestuario de grandes filmes como la trilogía de "El Padrino", clásicos como "Expreso de Medianoche", "Carrozas de Fuego", "Out of Africa"; obras del cine arte como "Damaged", "La Naranja Mecánica", "Barry Lindon"; y de películas más recientes como "Solaris", "Ocean's Twelve", "Titus" -para citar unos nombres-, se llevó su tercer Oscar por "Marie Antoinette" ("Barry Lindon" y "Carrozas de Fuego" fueron los otros).
A más de su extraordinario talento y experiencia, Canonero tuvo a su disposición un presupuesto millonario y un staff de compradores, investigadores, sastres, peluqueros y diseñadores de lujo. Los zapatos fueron obra del deseado Manolo Blahnik (cómo olvidar el montaje, al mejor estilo MTV para "video-adictos", de la reina probándose y comprando, desenfrenadamente, zapatos en todos los tonos pasteles imaginables).
A más de esta inversión, solo posible en el ámbito de una superproducción ( y para conseguir esto, también cuenta ser hija de Don Francis), me pregunto: ¿cómo se preparó Kirsten Dunst para este rol de asfixiantes escotes y farragosos tafetanes?
Dunst comenta que tuvo que sumergirse no solo en las actividades más famosas de María Antonieta -baile, canto, arpa, etiqueta-, sino sobrellevar el desafío físico de ser transformada en una diosa de la moda del siglo XVIII, con corsés apretadísimos, y excesivo peinado y maquillaje y adornos. 'El proceso diario era brutal', testimonia Dunst. 'Había un fluir constante de champú seco y laca para el pelo y siempre me estaban poniendo más y más cosas. A menudo necesitaba un descanso después de las sesiones de peluquería y maquillaje por lo estresantes que eran'. También tuvo que aprender el famoso 'Movimiento de Versalles' : el exagerado movimiento en el que damas con vestidos con cancanes gigantes parece que nunca tocan el suelo con los pies.
Su testimonio de la incomodidad que esa ropa suponía, es elocuente: "es muy difícil respirar y sentir tu cuerpo con la ropa de esa época, así que traté de sobrellevarlo llevando lo mínimo por debajo. Llevaba corsés en Versalles, pero una vez que María Antonieta va a Le Petit Trianon, quería que se sintiera más libre y sentir la tela contra mi piel para reflejar ese cambio. Siempre me pareció que María Antonieta debe haber sido como un pájaro —siempre tratando de escapar de todas esas jaulas que la rodeaban”.
Como analizan las teóricas feministas, el vestuario es un tema esencial en el mundo del género. Determina las identidades, crea mascaradas, asigna roles y habilidades, da vida a las subjetividades. El precio físico y símbolico es considerable.
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