El Ultimo Tango en París: una utopía de su época ~ UNA VISTA PROPIA

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3 de junio de 2007

El Ultimo Tango en París: una utopía de su época

"En esta casa no hay nadie... Tú no tienes nombre... Yo no tengo nombre... Tú y yo nos encontraremos aquí... Venimos a olvidar todo... Es bueno no saber nada el uno del otro...".

Bernando Bertolucci: "El último tango en París es un trabajo cargado de utopías, muy característico de los años sesenta. Al principio quise hacer una película sobre la pareja, sobre la relación......Quería probar que es imposible para dos seres humanos reducir su soledad a solo animalidad. Durante el duro rodaje, sin embargo, me dí cuenta de que estaba realizando una película sobre la soledad, es decir, lo contrario de lo que pretendía...".

“El Ultimo Tango en París” es la contrapropuesta de Bertolucci frebte al cine de Godard, un cine -según el Bertolucci del momento- pretencioso, artificioso, que no establece un diálogo sino un monólogo con una audiencia que no llega a entenderlo del todo. Godard aparece encarnado en el novio de Jeanne, director amateur que intenta que la vida pose para el cine y que es incapaz de ninguna respuesta verdaderamente pasional. Jeanne (Maria Schneider) se debate entre los delirios de su novio cineasta y la oscuridad de sus encuentros sexuales con Paul (Marlon Brando), cada vez menos casuales, cada vez más sombríos.

Para muchos críticos, Bertolucci en esta película da una opinión sobre Mayo del 68: la felicidad, la muerte... Todo lo que es posible cuando la pareja se encierra en una habitación para disfrutar y padecer el sexo. Afuera, en cambio, quedan los jóvenes directores de la Nouvelle Vague, captando la realidad a su manera y pretendiendo cambiar al mundo, sin conseguirlo.

Bernardo Bertolucci dijo en una ocasión algo realmente conmovedor de este trabajo: "El último tango era un momento de trasgresión, yo me sentía tan comprometido políticamente, que me decía que había hecho una película sobre la lucha de clases entre un hombre y una mujer. Cada película corresponde a un momento preciso de mi vida: El último tango era, en realidad, la expresión de una necesidad que hoy me parece muy romántica. Volví a verla hace dos años y me quedé sorprendido: ¡Pero bueno!, me dije, este film que ha sido condenado, quemado, que hizo renacer la Inquisición, por él me condenaron a prisión y sin embargo, es la película más romántica que conozco."

Marlon Brando: "El último tango en Paris es un film estupendo, autentico, vivo, solo hay en él dos o tres escenas difíciles. Lo de escabroso lo dejo para aquellos que no entienden mucho. Si la atención de buena parte del publico se ha acentuado en esa dirección me parece a mí que es por culpa de unos cuantos censores de mas. Eso ha hecho que se hablara de la película únicamente por esas escenas y no como uno de los mas bellos films de estos últimos 20 años. Para mí, haber interpretado EL ULTIMO TANGO EN PARIS ha supuesto una experiencia fundamental. Es un film autentico y humano, muy humano y poético. En el contexto de la vida cotidiana casi todo es triste, escabroso, odioso... pero cierto. Lo que ocurre es que las cosas mas autenticas producen incomodidad. Siempre es muy difícil hacer una obra de arte y pretender que todos nos entiendan"

"Jamás volveré a filmar una película como ésta... Por primera vez en mi vida he sentido como una violación en lo mas profundo de mi ser...".

Escena final: Paul, herido de muerte, sale a la terraza del departamento de Jeanne, desde la cual se levanta, poética y romántica, una amplia vista de de París. Primer plano del actor mascando chiclé... Siguiendo las convenciones del mejor melodrama (del cual Bertolucci, paradójicamente, intenta escapar, el personaje tiene tiempo de sacarse el chicle de la boca, y mientra contempla los tejados de la Ciudad de la Luz, y en medio del vacío con que la muerte ya lo envuelve, alcanza a decir:
¡Te quiero y necesito saber tu nombre... tu nombre... tu nombre!

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