En un lugar de Africa: una fórmula que funciona ~ UNA VISTA PROPIA

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26 de abril de 2007

En un lugar de Africa: una fórmula que funciona

Comentario de Enrique Buchichio para Uruguay total.com
http://www.cartelera.com.uy/pelicula.php?id=721

Por la sinopsis cabía esperar una suerte de África mía a la alemana, pero no es exactamente eso. Sí, en el centro del asunto hay una mujer trasladada al corazón del continente africano y cautivada por ese medio totalmente nuevo y diferente. Pero si en aquella película de Sydney Pollack se trataba de Karen Blixen, una señora danesa (Meryl Streep) casada por conveniencia y trasladada a Nairobi, donde se enamoraba de un cazador (Robert Redford), en este caso la novela original –autobiográfica- de Stefanie Zweig narra la historia de una familia judía que escapa de la Alemania nazi y se refugia en una granja en Kenya. Las circunstancias son otras, y son esas mismas circunstancias –la mudanza a África- las que diferencian a esta película de muchas otras que se hayan visto sobre el nazismo y sus efectos.

La historia está contada desde el punto de vista de la hija, pero el centro de interés es la madre de familia, una mujer todavía joven que, contra todo pronóstico, se termina adaptando muy bien a su nuevo territorio. Quiere decir que no le teme a un poco de aventura y a sensaciones nuevas, algo delicado si se tiene en cuenta que la relación con su marido no atraviesa un buen momento. La película toma en cuenta esa lucha de sentimientos y los combina con la relación de esta familia europea con algunos residentes del lugar, entre ellos un veterano compatriota ya afincado y un cocinero nativo que se gana fácilmente el corazón de sus empleadores.

La película no está mal, pero peca de los mismos excesos que embarraban un poco a África mía: la duración, por ejemplo. Al igual que Pollack en aquel antecedente, es lógico entender que la directora Caroline Link se haya enamorado de sus paisajes, de sus exóticos extras y de las ceremonias rituales que ayudan a seducir a la protagonista (y, en parte, al espectador). Pero cierta reducción del metraje hubiera hecho más digerible la película. También es lógico entender por qué convenció a la Academia de Hollywood, que la premió con un Oscar a la mejor película extranjera: En un lugar de África tiene los condimentos que a ellos les gustan: atardeceres espectaculares, paisajes naturales, drama, romance, niños, tensión, y cierta dimensión épica fácilmente comparable a la de otros títulos premiados como, otra vez, África mía o El Paciente Inglés.

No por eso deja de ser una película interesante (después de todo, la fórmula casi siempre funciona y la directora Link lo sabe): al fin de cuentas es una buena historia para decir un par de cosas sobre el desarraigo, los lazos familiares, y la chance de empezar una nueva vida siempre que sea necesario. El elenco también es uno de sus puntos fuertes, sobre todo por la convicción con que Juliane Köhler encarna a esa madre y esposa en proceso de cambio.

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